* “Si está llena de verdad, ¿por qué tiene tan pocos lectores?”, dijo en charla en línea, en el Encuentro Literario Inés Arredondo del ISIC
Culiacán, Sin.- “Si es cierto que la poesía está llena de verdad, si es cierto que la poesía está tan llena de esencias, ¿por qué tan poca gente se acerca a ella, porqué tiene tan pocos lectores, por qué somos tan poco convincentes los poetas a la hora de leer nuestros poemas?”, se preguntó la poeta mexicana Tedi López Mills, como respuesta a la pregunta ¿Por qué leer poesía?, y sin responderla satisfactoriamente.
Lo anterior, al participar con una conferencia en línea (disponible en la página en Facebook Centro de Literatura, de la Dirección de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura) en el Encuentro de Literatura Inés Arredondo, que se realiza en tres ciudades de la entidad, en el marco del Festival Cultural Sinaloa 2024.
López Mills, ganadora del Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo 2021, que otorga el Gobierno de Sinaloa en coordinación con el INBAL, agregó “no logro formular una respuesta que no resuene falsa, retórica, discursiva, educativa, sentimental, altisonante, desesperada, demagógica o hasta comercial, como si estuviera en campaña para promover un producto intangible, muy antiguo, venerado en abstracto, ninguneado en concreto, y me tocara a mi hallar el slogan que dé en el clavo para ponerlo de nuevo a la vista y convencer a un público (lo imagino aséptico) de que se atreva a conocerlo porque la aventura, las sensaciones, serán imborrables e idealmente adictivas”, dijo.
Tras leer algunos poemas de Gilberto Owen y de José Lezama Lima, que podrían responder a la pregunta, dijo que a ella “una de las cosas que no me gusta hacer es descifrar poemas”.
Mi respuesta para mí, más tautológica, muy reiterativa, es: hay que leer poesía por cada uno de los poemas que contiene la poesía. Cada uno de los poemas maravillosos, claro; incluso, se podría hacer una gran antología llamada ¿Por qué leer poesía?, convocando a varios lectores de poesía y pidiéndoles que nos dieran sus poemas preferidos, y esa sería la mejor manera de explicar por qué leer poesía que no resulte pedagógica ni chirriante o chillante, desagradable para la gente que está muy harta de escuchar por qué leer poesía”.
Dijo que “hay muchos prejuicios contra la poesía, y hay un gran rechazo hacia la poesía; a mí, cuando me preguntan qué hago, primero digo que soy editora y luego digo que escritora, y cuando me preguntan qué escribo, tengo que cambiarde tema. Por eso se me hace interesante la pregunta de por qué leer poesía:porque es mucho peor la pregunta de por qué escribirla”.
Y añadió: “Me parece que la poesía desde su trinchera tiene muchos prejuicios contra la prosa, prejuicios que yo he combatido toda la vida, porque la poesía se concibe a sí misma como el arte más sublime de la literatura, y eso también me parece una mala definición de la poesía, y me parece una mentira porque no es lo más sublime y, además, ¿dónde están los adeptos de esa literatura sublime, porqué tiene tan pocos?”
Tedi López Mills nació en la Ciudad de México en 1959. Ha obtenido los premios nacionales de Literatura Efraín Huerta por Segunda persona (1994); en 2008, el de Literatura José Fuentes Mares por Contracorriente (2006); en 2013, y el de Narrativa Antonin Artaud por Libro de las explicaciones (2011), y en 2015 el Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada por Amigo del perro cojo (2014). También es autora de La invención de un diario(2016), Mi caso Rimbaud (2017), Lo que hicimos (2018) y Cascarón roto (2021).
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