* Con esta obra se presentó Agua Alada en el Teatro Socorro Astol, en el 17º Gran Maratón Nacional de Teatro para Niños
Culiacán, Sin.- El tema de los migrantes que se van al otro lado y la tristeza de una niña que espera su regreso y que nunca pierde la esperanza, fue desarrollado en la obra de teatro para niños La esperanza de Martina, de Mónica Hotch, a cargo de Colectivo Agua Alada, bajo la dirección de Alberto Bueno.
La pieza se presentó en el Teatro Socorro Astol del Instituto Sinaloense de Cultura, y fue seleccionada entre otras ocho obras más presentada para participar en el 17° Gran Maratón Nacional de Teatro Para Niñas, Niños y Jóvenes, organizado por la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes con apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura.
La obra contó con las actuaciones de Adamari López, Cecilia Estefany López, Artemio Ortiz, Mariana Martínez y Ma. Guadalupe Sánchez, y es un montaje que data de 2019, con apoyo de la UAS, y desde entonces se ha presentado en diversos escenarios con gran éxito.
En la representación estuvo presente Rodolfo Arriaga, director de Programación del ISIC, quien dijo que es una obra maravillosa, y hoy es especial porque en todo el país se hizo a esta misma hora, un maratón de teatro para niños y adolescente,organizada por el INBAL, y ellos fueron seleccionados por convocatoria, como otros grupos en todos los estados.
Alberto Bueno refirió que esta obra es muy hermosa, con una temática sobre la migración y la paternidad ausente, pero sobre todo sobre la esperanza, y fue presentada en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, días antes del encierro por la pandemia, en 2020, para retomarla dos años después, al regreso, y presentarla en diversos escenarios y festivales.
En la obra se narra, con una intensa carga poética, el caso de Martina, una niña de diez años que sufre por la partida de su padre Martín, al otro lado, y que de repente dejó de escribirles. Por lo que emprende un viaje lleno de sueños y desafíos y que, a pesar de todas las vicisitudes presentadas, ella continúa su aventura con la esperanza de encontrar a su padre, quien está preso de un hechizo, en una jaula.
La obra recurre al teatro de sombras y su nombre original es Martina y los hombres – pájaro, de Mónica Hotch, pero su director decidió que era momento destacar el mensaje de esperanza, por lo que se tomó la licencia de cambiarle el título. Hombres – pájaro alude, dice un personaje de la obra, a esos hombres que, como las aves, emigran, pero regresan con la primavera.
Un día, Martina se decide a liberar los sueños de su papá. que se halla víctima de un embrujo, recurre a polleros que la atormentan y le quieren dar a beber un brebaje para hechizarla, como a su padre, y tras muchas vicisitudes abre todas las jaulas para que escape su padre en sus sueños.
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