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Destacan la presencia afrodescendiente en Sinaloa, en un conversatorio

* En el triálogo Negritud, Muerte y Justicia participan el Dr. Wilfrido Llanes Espinoza, la Dra. Walkyria Angulo Castro, y como moderadora, Elizabeth Rentería

Culiacán, Sin.- Con la meta de visibilizar la herencia africana en México, la cosmovisión de la muerte y las luchas por la justicia histórica de las poblaciones afromexicanas, se realizó el conversatorio “Negritud, Muerte y Justicia” en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, organizada por el Instituto Sinaloense de Cultura dentro las jornadas con motivo del Día de Muertos.

El evento como parte del ciclo de Triálogos Pensamiento, Palabra, Música, con la participación del Dr. Wilfrido Llanes Espinoza y la Dra. Walkyria Azucena Angulo Castro, y como moderadora Elizabeth Rentería Osuna, se centró en desmantelar narrativas históricas erróneas que han invisibilizado a esta población.

El Dr. Llanes Espinoza abordó cinco mitos frecuentes sobre los afromexicanos, enfocándose en Sinaloa, siguiendo los estudios de la Dra. María Elisa Velázquez Gutiérrez, desmintiendo, entre otros, los siguientes puntos:

El especialista argumentó que la población afrodescendiente no fue la “tercera raíz” de la sociedad novohispana y mexicana. Las cifras históricas sugieren que fue la segunda raíz, superando en número a la población hispana, y solo por debajo de la indígena.

El Dr. Llanes refutó la idea de que no hay población afrodescendiente en Sinaloa, citando el juicio ante la Inquisición en 1526 contra un grupo de mujeres mulatas esclavas en la antigua provincia de Sinaloa (del río Mayo al Mocorito), demostrando su presencia temprana y constante.

Se refutó el mito de que los afrodescendientes siempre fueron esclavos y segregados a las costas. La actividad minera, sumada a la mortandad indígena por epidemias, propició su presencia, según consta en archivos parroquiales de lugares como Culiacán, Mazatlán, Quilá, El Rosario y la misma Sinaloa de Leyva.

También desmintió que el concepto de racismo exista desde la Conquista, señalando que es una construcción del siglo XIX ligada a teorías evolucionistas europeas.

Y del último de los mitos, recordó la relevancia de figuras afrodescendientes en la vida política y social de México, como Vicente Guerrero y probablemente Guadalupe Victoria, cuya ascendencia a menudo es omitida o mal representada.

Por su parte, la Dra. Walkyria Azucena Angulo Castro enfatizó la urgencia de sensibilizar y reconocer la “memoria no escrita” de la cultura afrodescendiente y mestiza, buscando su reconocimiento, que es una cuestión de dignidad.

“Recordar es resistir, diseñar memoria es hacer justicia”, afirmó la Dra. Angulo, al destacar que el abordaje de la muerte en su cosmovisión permite articular y visibilizar ese duelo histórico, generando una “reparación simbólica” necesaria para la comunidad afromexicana, cuya población en el censo de 2020 (aproximadamente 2.5 millones) sugiere una subrepresentación que eventos como este buscan corregir.

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