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Sobre las situaciones que afectan una obra de arte habló Miguel Flores Calvillo

*  El especialista del INBAL dio una conferencia sobre conservación de arte en el MASIN

Culiacán, Sin.-  Para preservar una obra de arte, algunos elementos para tomar en cuenta son la materia en que están hechas, el tiempo que tienen de antigüedad, el hecho de que son entes en movimiento que pueden viajar y volver con problemas por el cambio de clima, etcétera, por lo que todo museo debe contar con personal especializado para dar tratamiento a las piezas contra diversas plagas, expresó el biólogo José Miguel Flores Calvillo.

Lo anterior, en el Museo de Arte de Sinaloa donde dictó la conferencia “La conservación preventiva del arte: una mirada desde la biología”, en la que vertió su experiencia como especialista que ha laborado en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (CENCROPAM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y otras instituciones en la conservación de patrimonio.

El especialista dijo que algunos detalles para tomar en cuenta, sobre todo en los museos, para darle conservación a las obras artísticas son el control de temperatura y la humedad, el monitoreo constante de los espacios, evitar alimentos dentro de las salas, así como la acumulación de basuras que pueden atraer bichos, evitar la flora dentro de las salas, el manejo integral de plagas y recurrir a personal especializado.

Mencionó algunas de las plagas que pueden afectar a las obras de artes, como son las polillas, que generalmente atacan textiles de origen orgánico. Así como los tenebrios, larvas que comúnmente se utilizan en alimento para algunos animales exóticos, sin embargo, algunos son capaces de comer plásticos.

También tenemos los piojos de los libros que podemos encontrar en las bibliotecas y son el típico insecto que daña a los libros, sin embargo, no se alimenta directamente de la celulosa, sino que más bien la utiliza, pues se alimenta de los hongos que puede haber en los libros y la acción mecánica de sus mandíbulas es la que puede rasgar los libros y el sustrato y generar un daño.

Durante la charla que fue apoyada con proyecciones fotográficas, dijo que otra plaga más que afecta las piezas de arte son las cucarachas, que pueden digerir cualquier cosa, lo cual es sorprendente, y más considerando que puede criar de 80 a cien larvas o ninfas de cucaracha, que portan en su espalda, con lo cual de repente todo se puede llenar de cucarachas.

Hay otros bichos como los derméstidos (Dermestidae), que son una familia de coleópteros polífagos, que son los que se miran en la película de La Momia, y se caracterizan por comerse un cuerpo hasta dejar los puros huesos, por lo que se usan generalmente en los museos de historia natural, donde venden huesos montados, por ejemplo, de un oso, de perros o de caballos, ya que se utilizan para limpiarlos de tendones, y la carne del animal hasta dejar los huesos blancos.

Para controlar esos y otros problemas, debe haber un control de la humedad y temperatura, lo cual es difícil en climas como el de Sinaloa,  por lo que se requiere el mantenimiento adecuado al aire acondicionado, además de cuidar las buenas condiciones del sellado de las ventanas, así como evitar el consumo de alimentos dentro de las salas, o la acumulación de basura y no tener flora dentro de las salas, lo cual es conflictivo pues ahorita hay mucho arte vivo que también tiene que estar en exhibición en una sala por lo que las obras deben ser previamente tratadas.

Dijo que los elementos se deben de tener en cuenta para preservar una obra de arte están la temporalidad, es decir, los años que tiene la obra, así como la materialidad de que están compuestas las obras, y aceptar que las piezas no son estáticas, que mediante un convenio se van a Chile, o a Ecuador que es más caliente, y regresa aquí ya con bichos, y regresan aquí con un problema.

Entonces, no solamente nos enfrentamos a los insectos que se encuentran dentro de nuestro ecosistema, sino que también insectos que son del otro lado del mundo, y que pueden representar un peligro.

Flores Calvillo nació en la Ciudad de México, es licenciado en Biología por la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, y su labor en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBAL se ha centrado en la aplicación de métodos científicos para la conservación del patrimonio artístico. Es además miembro de la Red de ciencias aplicadas a la investigación y conservación del patrimonio cultural del Instituto de Física de la UNAM.

 

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