*La Sala de Formación Lectora del ISIC, se convierte en el escenario donde creadores de diferentes ramas del arte comparten sus inquietudes y hablan de su proceso creativo
Culiacán, Sin.- El Instituto Sinaloense de Cultura, a través de la Sala de Formación Lectora, llevó a cabo la tarde de este miércoles el programa “Micrófono abierto”, que en esta ocasión tuvo como invitado al artista plástico Lenin Márquez.
Con la conducción del mediador de lectura René Arellano, fue posible conocer mejor al artista desde el lado humano, como pintor, escultor, como el artista visual completo que comparte sus conocimientos con las nuevas generaciones como maestro de artes plásticas en la Escuela Superior de Artes José Limón.
Originario de Mocorito, donde nació en el año 1968, Lenin Márquez compartió que viene de una familia de maestros y que en su adolescencia se vino a estudiar a Culiacán, a la entonces Escuela de Artes y Oficios de la UAS.
“Hay ocasiones en las que los oficios lo eligen a uno, no uno a los oficios”, comentó.
De sus inicios en lo que marcó su vida, que es el arte, recordó que sus primeros dibujos eran unos realizados con solo un lápiz y un papel, en los que plasmaba a su mamá amamantando a su hermana más pequeña.
Ya luego llegó llegaron los murales, los acrílicos sobre tela, el barro y su inclinación a experimentar con más materiales, como la cerámica, por ejemplo.
Tras concluir su formación en la Escuela de Artes y Oficios de la UAS, el artista comparte que no tuvo la ambición de seguir estudiando, aquí tomó las bases para hacer lo que le gusta, aunque ha tomado numerosos talleres.
“Las escuelas no te enseñan a pintar como tal, te dan las herramientas, la actitud hacia el arte, pero no el talento”, agregó.
Cuestionado por el conductor del programa sobre las influencias que han marcado su arte, confesó que siempre buscó ser él mismo y que se ha visto influenciado por sus vivencias, la familia y la sociedad.
Sobre una serie de pinturas que realizó hace unos años con el tema de la violencia, dijo que la sociedad y su problemática influye con frecuencia en el arte, como en este caso, que él se veía influenciado por el manejo que se daba a la nota roja sobre todo en los periódicos de la localidad y era difícil mantenerse al margen.
Sobre la búsqueda de nuevas técnicas, el creador sinaloense que ha complementado su formación en talleres de Experimentación Plástica con Roberto Parodi; de Litografía en la Universidad de Tucson, Arizona; de Pintura con Roger Von Gunten, por mencionar algunos, compartió que la cerámica y el barro le han permitido descubrir cosas muy interesantes.
“Los guardianes”, su más reciente exposición en el MASIN, conformada por piezas realizadas en barro, fue el inicio de lo que actualmente el artista está trabajando.
Confesó que nunca ha hecho algo que no sienta ni lo emocione, por lo que todavía no ha incursionado en la multimedia e instalaciones.
Habló de la importancia de fomentar el arte en las nuevas generaciones, trabajo que realiza desde hace años en la escuela Superior de Artes José Limón, donde cuenta con el cariño, aprecio y admiración de sus alumnos.
“Tenemos una gran responsabilidad que es la educación, y más cuando los alumnos acuden a expresarse a través del arte”.
Sobre la música, que es otra de sus pasiones, y que hace de manera amateur, comentó que para él es una terapia que ayuda a las personas a aflorar los sentimientos.
Al estar como invitado en la Sala de Formación Lectora, el maestro Lenin Márquez fue cuestionado sobre sus lecturas favoritas, a lo que respondió que entre sus libros favoritos están “Los viajes de Simbad el marino”, “La Rayuela”, de Cortázar, “El llano en llamas”, de Rulfo, y “Cien años de soledad”, de García Márquez.
Mientras sigue experimentando en el mundo infinito y maravilloso de la cerámica y la escultura en barro, Lenin Márquez se despide del “Micrófono abierto” que permitió conocer diversos aspectos de su vida personal y como artista.
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