* El poeta, periodista y profesor hizo un recorrido por su experiencia lectora en la charla desarrollada en la Sala de Formación Lectora del ISIC
Culiacán, Sin.- “¿Para qué leer?”, se preguntó el poeta, periodista y profesor Ricardo Baldor, y se respondió: “Para confrontar, para completar, para reforzar y recrear mi realidad personal, pero también para hacer llevadera mi existencia”.
Lo anterior, durante la charla Mi experiencia lectora, desarrollada en la Sala de Formación Lectora del Centro Cultural Genaro Estrada, como parte del programa Los Lectores Cuentan, del programa Salas de Lectura Sinaloa del Instituto Sinaloense de Cultura.
Durante su plática, hizo una evocación de su paso por el medio cultural universitario, por la radio cultural, las revistas, así como por los libros que solían proponerle en la escuela o que él mismo suele recomendar, así como de su paso de la lectura a la creación, que definió como dos actos solitarios.
Se refirió a cómo leer enriqueció su léxico con visitas constantes al diccionario y, cuando no contaba con uno a la mano, imaginando el vocablo en el contexto de la narración, y mencionó algunas palabras que se le quedaron grabadas.
Comentó que fue su madre, su empuje, quien le motivó a leer, y la influencia de su relación con el medio cultural universitario.
Narró cómo llegó a la lectura por placer y su hallazgo, durante la secundaria, con un cuento que le pareció cautivador, La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, de Gabriel García Márquez, que le pareciósorprendente y que le motivó a buscar más, a hurgar en otros textos en busca del asombro que le provocó aquel texto.
También se refirió a otro tópico entre los lectores, que es el empalme entre los cuentos de historietas -basados en obras de la literatura universal–, y los cuentos literarios, y de cómo las historietas te motivan a buscar el texto original y leerlo, para saber más.
Ricardo Baldor es periodista cultural originario de Puebla, pero radicado desde hace muchos años en Culiacán, y ha publicado artículos y críticas en los periódicos El Sol de Sinaloa, El Debate, Noroeste y Río Doce.
Poemas, ensayos y entrevistas sobre poesía suyas han aparecido en las revistas Literal y Textos, de Culiacán; Luvina, de Guadalajara y Tierra Adentro, de CONACULTA, en la Ciudad de México.
Es autor de los libros de poemas Vestigios de las puertas (2003), DIFOCUR/ Ayuntamiento de Culiacán; Volver a decir el mar (2005), UAS/ NavachisteEdiciones, y La vía muerta (2013) ISIC.
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