* Bajo la dirección del Mtro. Jesús Medina, interpretaron pieza de Carl Heinrich Hübler
*Además, la Orquesta presentó un estreno sinfónico de la Suite sinaloense, de Héctor Zazueta
Culiacán, Sin.- Bajo la dirección del Mtro. Jesús Medina como director huésped, los cuatro cornistas de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes se lucieron y fueron aplaudidos como solistas en el programa El color del bronce, en la primera de dos funciones dentro de la Temporada de Primavera 2025, realizada esta vez en el auditorio del Modular Inés Arredondo.
Germán Latorre (de España), Anthony Veloz (de Venezuela), José Luis Maravilla (de la Ciudad de México) y Omar Morales (de Culiacán) interpretaron el Concierto para 4 cornos y orquesta, del compositor alemán Carl Heinrich Hübler, una de las pocas composiciones para esa configuración orquestal, que data de 1856, y por primera vez es tocada en la entidad, con tres movimientos: Allegro maestoso, Adagio quasi andante y Allegro vivace, que fueron acometidos con soltura y dando muestras de su talento, y recibieron al final un prolongado aplauso con vítores.
El programa será replicado este domingo 13, a las 12:30 horas, ahora sí en el Teatro Pablo de Villavicencio del Instituto Sinaloense de Cultura, y la entrada es libre para todo público.
El programa abrió con la pieza Valses Sinaloenses, de Héctor Zazueta (presente en la presentación) que, tras la Introducción, sonó a banda sinaloense con tamborazo, platillazos y tuba, en un bello homenaje a la música sinaloense en sus restantes movimientos: Antes de olvidarte (en honor a don José Rubio) y Pienso en el final, la cual fue bien recibida por la concurrencia, que aplaudió con entusiasmo la brillante interpretación.
Tras un intermedio, el programa cerró con el plato fuerte, que fue la Sinfonía No.5 “Reforma”, de Félix Mendelssohn, una pieza temática, concebida para conmemorar el triunfo del protestantismo contra el catolicismo, en una de las grandes batallas religiosas del mundo cristiano
Fue compuesta ante la proximidad de la celebración, en 1830, del tricentenario de la Confesión de Augsburgo presentada por Lutero al emperador Carlos V en 1530, y data de 1829, concebida por Mendelssohn no como una obra coral en torno un texto sagrado, aunque hay algunas alusiones melódicas, sino como una sinfoníatotalmente orquestal, con sus cuatro movimientos (Andante–Allegro con fuoco, Allegro vivace, Andante y Andante con moto).