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Llegan los bárbaros con su revolución al Festival José Limón

* La pieza fue presentada por la compañía EnNingúnLugar y este sábado estará en Mazatlán

Culiacán, Sin.- Un espectáculo con mucha plasticidad y escenas con mucha carga visual, buen sonido y un gran despliegue de creatividad ofreció la noche del viernes la compañía EnNingúnLugar, de México, con el espectáculo coreográfico Cuando lleguen los bárbaros, en el que hace una alegoría sobre la revolución usando diversos elementos escénicos desde la expresión corporal, la poesía, el teatro.

La pieza se presentó en el marco del 38º Festival Internacional de Danza José Limón, en el Teatro Pablo de Villavicencio del Instituto Sinaloense de Cultura, y tiene una segunda función este sábado a las 19:00 horas en el Teatro Ángela Peralta de Mazatlán.

Cuando lleguen los barbaros es la segunda parte de una trilogía coproducida por las compañías EnNingúnLugar (México), La Eterna (Colombia) y Los Hijos de María (Chile), y es un proyecto concebido junto con Mateo Mejía, en su segundo episodio titulado El banquete, y es dirigido por Eliana Jiménez y Luis Rubio y realizado con recursos del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC).

Participaron en la interpretación Anna Karen González Huesca, Humberto Vega Ibáñez,  María Paula Pérez Yate, Sofía Quiroz, Eliana Jiménez y Luis Rubio, con música de Daniel González (Chirimoyo).

A través de la danza contemporánea y el performance, presenta la tragicomedia de una comunidad convocada a fundar una nación libre y está concebida como un homenaje y una crítica a la disidencia.

Abre con un grupo de gentes que se mueven frenéticamente entre el son de percusiones, se visten y desvisten a una velocidad de vértigo tomando la ropa de una caja que traen y mientras lo hacen no dejan de mostrar el trasero (lo cual es una constante, como bien lo advierte el subtítulo), para luego intentar todos subir a una mesa, parando de repente, encantados.

Una intensa neblina lo cubre toda, una larga mesa al centro, un piso cuadriculado, lámparas arriba son parte de la utilería y moblaje.

La pieza impacta por las vistosas escenas y por el constante movimiento, los cerditos con carteles con los que envían mensajes (“Imagine… Imagine….Imagine…”); singulares plegarias, topes contra la pared, la dicotomía entre el cuerpo humano en su desnudez, representando al individuo sin nada más que sí mismo, y la masa irredenta con el brazo en alto a la cual termina por integrarse el individuo, para terminar bailando en una discoteque, y al final, las absurdas instrucciones para dibujar una revolución.

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