* Ronaldo González e Iván Rocha Rodelo, participaron en el segundo Triálogo, con la conducción de Adalberto García
Culiacán, Sin.- Lenguaje, poesía, conocimiento fue el material del segundo conversatorio para una profunda charla dentro del ciclo Triálogos: Pensamiento, palabra, música, 3 de 10, con la participación de Ronaldo González Valdés e Iván Rocha Rodelo, y la conducción de Adalberto García López en una actividad organizada por la Dirección de Patrimonio, Investigación y Museos del Instituto Sinaloense de Cultura.
La charla, realizada en el patio del Centro Sinaloa de las Artes Centenario, fue precedida por una lectura de poemas de Paul Celan, a cargo de José Alfonso Flores Carrasco, con la pieza Una pálida sombra (de la banda Procol Harum), como telón de fondo, a cargo del saxofonista Pedro Álvarez, en una introducción a la charla denominada El postre es primero.
Ronaldo González abrió diciendo que pretender que el lenguaje describa al mundo tal cual, que lo aprehenda o tenga el cometido, nada modesto, de desbrozar el acceso a su conocimiento objetivo, ha sido desde el Platón de Crátilo, una vieja pretensión humana; desde la antigüedad clásica a nuestros días ha corrido mucha agua bajo los puentes, pero el venerable asunto de la relación entre lenguaje y conocimiento no ha perdido interés.
Asentó que la ciencia no piensa, y no lo hace, en efecto, en el sentido literario o filosófico en que puede hablar de una poesía del pensamiento, de una música del pensamiento, de un pensamiento que, como escribiría Valery, debería bailarse;todavía más la ciencia misma no ha podido nunca dejar de recurrir a metáforas para nombrar las relaciones y fenómenos del mundo con denominaciones como agujeros negros o enanas blancas en la física y la astronomía y, en la actualidad, con vocablos de las ciencias computacionales como nativos o migrantes digitales,para señalar algunos..
El caso de la poesía es aún más más singular, porque el suyo es un lenguaje que no busca apropiarse del mundo, y ni siquiera de la experiencia del mundo, si no deintentar comunicarlo y hacer comunión con él; es pues, crear sentido, hacer al mundo significativo más allá de lo que es en sí mismo.
Por su parte, Rocha Rodelo dijo que, para fines de la charla, podemos plantear que la realidad como tal es una construcción que, a lo largo de la historia, hemos elaborado para poder comprender los fenómenos que en ella ocurren; en ese sentido es un caos, pero nos ofrece una tentación de orden.
“Creo que la clave es esa: es la tentación, no tanto el orden. En la tentación de orden es donde entra nuestra voluntad de interpretación de la realidad, pero también nuestra voluntad creativa de crear realidades”, agregó.
“En ese sentido la ciencia es una tentativa de orden; la filosofía es otra; la historia es otra, y la poesía desde luego es otra. No son distintas dimensiones, no crean la realidad que nosotros vivimos y experimentamos todos los días”.
Y de todas, la poesía es la que nos ofrece una mayor libertad enunciativa, una mayor libertad para nombrar las cosas, porque es un despliegue de nuestra capacidad y de nuestro ingenio lingüístico e imaginativo, como quizá ninguna otra de estas tentativas.