* En el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, dieron el último adiós al maestro de técnica vocal del Taller de Ópera y la Escuela Superior de Música
Culiacán, Sin.- Con una dedicatoria especial a la memoria del maestro David Ramírez Hernández, en su tiempo gran tenor internacional y en sus últimos años docente de la Escuela Superior de Música del Instituto Sinaloense de Cultura, alumnos de Licenciatura en este plantel, le rindieron un homenaje tras su reciente fallecimiento, en un recital de fin de cursos que ofrecieron este viernes.
En el Centro Sinaloa de las Artes Centenario del ISIC, el profesor y barítono Marco Antonio Rodríguez Badillo fue el responsable de leer unas sentidas palabras por el fallecimiento del maestro, quien durante 16 años fuera maestro de técnica vocal del Taller de Ópera de Sinaloa y de la ESUM.
“Para muchos de nosotros, dijo, su enseñanza fue una guía determinante: En lo personal, tuve el privilegio de aprender de su ejemplo y de su filosofía; enseñar desde el respeto profundo al arte, desde el compromiso ético y desde el amor verdadero por la música.
“Hoy, al seguir firmando nuevas generaciones, agregó, su legado sigue vivo en cada clase, en cada ensayo, en cada voz que crece con integridad y pasión… Que la música de esta tarde resuene como un eco de su generosidad, de su sabiduría y de la inmensa inspiración que nos dejó”.
Luego inició el programa con el que cierra el ciclo escolar 2024-2025, y en el que los alumnos estuvieron acompañados al piano por el maestro Salomón Gil, con un programa en el que cada uno mostró la calidad de sus voces y la forma en que han aprendido a modularla.
Abrió la joven Ana Aldana con la pieza Tu Lo Sai, de Giuseppe Torelli; Enya Vargas con Heidenröslein, de Franz Schubert; Priscila Sotomayor con S’altro Che Lacrime, de Amadeus Mozart; Belén Valenzuela con Stride La Vampa, de Giuseppe Verdi; y Priscila Sotomayor y (como invitado) el tenor Alejandro Pacheco con el duo Una Parola O Adina, de Gaetano Donizetti.
Siguió con otro dúo, con la joven Belén Valenzuela, apoyada en un dúo por el maestro Marco A. Rodríguez en la pieza Dunque Io Son, de Gioachino Rossini; Ana Aldana con Se florindo e fedele, de Alessandro Scarlatti; Enya Vargas con Porgi Amor, de Mozart; Priscila Sotomayor, que volvió para cantar Deh vieni non tardar, de Mozart, y Belén Valenzuela, con el aria Moen coeur, de Camille Saint-Saëz.
Ana Aldana cantó Pieta signore, de Alessandro Stradella; Enya Vargas fue aplaudida con Ο mio babino caro, de Giacommo Puccini; Priscila Sotomayor cantó Dove sono i bei momento, de Mozart; Belén Valenzuela cantó Una voce poco fa, de Rossini y, ya para terminar, Belén Valenzuela y Enya Vargas cantaron, con Priscila Sotomayor y Alejandro Pacheco (invitado) la pieza Zu Hilfe, de La flauta mágica, de Mozart, con lo que cerró el programa, entre losd aplausos de la comunidad escolar y público asistente.