*Las notas del “Va pensiero” son cantadas en su honor, al término de la gala con que cerró el ciclo 2024-2025
Culiacán, Sin.- Con la pieza coral “Va pensiero”, de Giuseppe Verdi, alumnos y maestros del Taller de Ópera de Sinaloa cerraron su temporada 2024-2025, en el que hicieron un homenaje y despedida a quien fuera su maestro en técnica vocal, el tenor David Ramírez Hernández (Tamaulipas, 1937-2025), fallecido la semana pasada tras una larga y fructífera trayectoria dentro del bel canto nacional e internacional.
El homenaje póstumo se realizó al final del concierto, con integrantes y ex integrantes del Taller de Ópera, entre ellos el tenor mazatleco Carlos Osuna, quien fue su discípulo en el TAOS y es actualmente miembro del elenco de solistas de la Ópera de Viena, y quien, en el intermedio, canto el aria final de la ópera Otelo, de Verdi, Ni un mi tema (Nadie tema), en honor al maestro de técnica vocal en el ISIC.
Ante la proyección de una fotografía del maestro David Ramírez como fondo en el escenario, al final se relataron algunas anécdotas y se cantó el famoso coral de Verdi, “Vuela, pensamiento, con alas doradas…”, que cerró con un largo y estruendoso aplauso final.
Antes de eso, se presentó la Gala de “Bohème” y mucho más…, en el Teatro Socorro Astol, donde la compañía del Instituto Sinaloense de Cultura interpretó un selecto programa de canto lírico, bajo la dirección del Mtro. José Manuel Chú, director artístico y vocal coach, con acompañamiento al piano de la maestra Zlatina Valkova y del maestro Salomón Gil, y la dirección escénica de Marcela Beltrán.
El programa constó de dos partes, la primera, con arias, duetos y ensambles de la ópera La Bohème, de Giacomo Puccini (1858-1924), y abrió con Che gelida manina, interpretada por el tenor Alejandro Pacheco; Sí, me llamo Mimí, por la soprano Cecilia Antelo, para al final cantar juntos O soave fanciulla.
Las sopranos Jessica Torrero, Vianey Martínez y Elisa Haro fueron aplaudidas con una versión de Quando men vo; mientras que el bajo Cyan Rangel interpretó Vecchia zimarra, y la soprano Evelyn Tovón entusiasmó con Donde lieta usci, para cerrar esta parte con el cuarteto Dunque proprio finita, que es la escena del parque donde una pareja se declara su amor mientras, en contraste, otra pareja riñe y se separa. Estuvo interpretada por Evelyn Tovón, Jessica Torrero, Alejandro Pacheco y el bajo barítono Daniel Rodríguez.
La segunda parte incluyó arias y ensambles de las más bellas óperas: Abrieron Cyan Rangel y Daniel Rodríguez con el dúo Cheti Cheti immantinente (de la ópera Don Pasquale), de Gaetano Donizetti; Vianey Martínez con Je veux vivre (de la ópera Romeo y Julieta), de Charles Gounod, y luego, un dúo a cargo de Elisa Haro y Alejandro Pacheco con Parigi o cara (de la ópera La Traviata), de Verdi.
Continuaron Evelyn Tovón y Jessica Torrero con el bellísimo Dueto de las flores (de la ópera Lakmé), de Leo Delibes; Elisa Haro con Depuis le jour (de la ópera Louise), de Gustave Charpentier, y un cuarteto integrado por Cecilia Antelo, Vianey Martínez, Cyan Rangel y Alejandro Pacheco, que interpretaron Zitto, zitto (de la ópera La Cenicienta), de Gioachino Rossini.
Siguieron Elisa Haro y Evelyn Tovón con otro dúo femenil muy hermoso, como es La Barcarola (de Los cuentos de Hoffmann), de Jacques Offenbach, para seguir Jessica Torrero, que fue aplaudida por el aria Qui la voce (de la ópera El puritano), de Vincenzo Bellini, y cerraron Alejandro Pacheco y Daniel Rodríguez cantando el dúo Al fondo del templo sagrado (de la ópera Los pescadores de perlas), de Georges Bizet.
Después de esto, se invitó a los ex discípulos del maestro David Ramírez a subir al escenario, donde se evocaron sus días de gloria en escenarios nacionales e internacionales y su llegada a Culiacán, para integrarse al Taller de Ópera del ISIC como maestro en Técnica Vocal y despedirse de este cargo en 2023, entre el cariño y los aplausos de sus alumnos, para fallecer hace unos días.
