* El concierto, que será replicado este domingo, ofreció una serie de danzas populares llevadas a un nivel sinfónico, bajo la dirección del Mtro. Eduardo García Barrios
Culiacán, Sin.- Una cálida noche con música basada en danzas populares, en la que predominaron los ritmos del danzón, ofreció la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes en el Teatro Pablo de Villavicencio, con el programa El danzón según Márquez… y otras danzas, bajo la dirección del Mtro. Eduardo García Barrios, director titular de la Orquesta.
El programa abrió con la bella y archiconocida Danza húngara No. 5, de Johannes Brahms, de la cual dijo García Barrios que no es propiamente de Hungría, sino una danza gitana, sin embargo, como húngaros se conoce aún a los gitanos en muchas partes, por su país de procedencia.
Siguió con un vals, un tipo de vals de origen popular reprobado en su tiempo, pero que poco a poco se fue posicionando hasta enraizarse en los más diversos países del mundo, y del autor armenio Aram Khachaturián, interpretó Mascarada, con su fuerte aire caucásico, el cual forma parte de una suite con ese título.
Más actual, la Obertura del musical West Side Story, del gran Leonard Bernstein, con su ritmo de jazz norteamericano con ribetes de un fabuloso mambo, en una adaptación de Romeo y Julieta, que fue muy aplaudido al terminar.
Luego, lo más esperado, los danzones del Arturo Márquez, un ritmo que, de los salones de baile caribeños llegó a las salas de concierto de todo el mundo, de la mano de este compositor sonorense, y que abrió con el Danzón No. 5, subtitulada como Portales de madrugada, en alusión a los portales de Veracruz y su calidezmatinal en una noche de baile en el puerto.
Y aunque hay quien dice que todos los danzones de Márquez son iguales, cada uno tiene su carácter y su momento, como el Danzón No. 9, compuesto por encargo durante la presidencia de Donald Trump, y que alude al racismo y antimexicanismo en un sector de Estados Unidos, por lo que la misma partitura tiene indicaciones para ser tocado “con furia” a veces; “doloroso” en otras, y al final festivo. Último danzón de Márquez, cuando había cerrado ya el ciclo, escrita para la filarmónica de Los Ángeles.
Y el Danzón No. 8, dedicado a Maurice Ravel autor del famoso Bolero, del cual retoma un sonido instrumental que va in crescendo con instrumentos que se suman hasta llegar al clímax y desmoronarse sin más.
Cerró con el más célebre, el Danzón No. 2 que, gracias a la presencia de la OSSLA, ya es muy conocido y gustado en la localidad desde hace más de 20 años, una pieza relajante, evocadora, cálida y con un lirismo encantador, que la ha llevado a ser tocada a las antípodas del mundo, en el mismo Teatro Bolshoi.
En 2005 estrenó su obra Sueños (todavía), cantata escénica para coro, bailarines, actores, mezzosoprano, barítono y orquesta, sobre textos y conceptos de: Guillermo Velásquez, Jefe Seattle, Martín Luther King, Virgen de Guadalupe, Silvestre Revueltas, Emiliano Zapata, Eduardo Langagne, Mahatma Gandhi y Cristovam Buarque.
Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa.